lunes, 2 de mayo de 2011

“Violento homicidio de Osama Bin Laden”

Centro de Derechos Humanos
Fray Bartolomé de Las Casas, AC
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México
 2 de Mayo de 2011
Boletín No.11
“Violento homicidio de Osama Bin Laden”
Al pueblo de México
A los pueblos del mundo


A los compañeros y compañeras
A todas nuestras bases de apoyo
Adherentes de la Otra Campaña en México
A todos los periodistas verdaderamente libres
A los compañeros y compañeras de la Zezta Internacional
A los periódicos: La Jornada, El Financiero, la Foja Coleta y Proceso.
La administración del Presidente Barack Obama tomó muy en serio el Día del Trabajo e instrumentó para esa fecha un duro golpe a la insurgencia e izquierda internacional que lucha en contra de la opresión de los pueblos, al ordenar un operativo militar en contra de uno de los hombres más grandes de la historia contemporánea Bin Laden, líder terrorista quien se encontraba apartado de todas sus ocupaciones bélicas en una pequeña ciudad pakistaní.
Al enterarnos de ese artero y sanguinario suceso en el que los gringos erigidos como la “Policía del Mundo” asesinaran de manera cobarde a la cabeza del movimiento Al Qaeda, este Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de Las Casas” condena de manera enérgica del ataque en que perdiera también la vida uno de los hijos del líder terrorista, una mujer y otros dos hombres, por tratarse de seres humanos que en el momento de su homicidio no se encontraban en el activo militar sino el plan de reposo en un país dónde los norteamericanos repitieron la política de abusos e intromisión castrense en otros países, tal y como sucedía en la administración de George W. Bush en las que los gringos han actuado sin autorización de las autoridades locales.
Barack Obama con esta embestida contrainsurgente dirigida por el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), León Panetta, a quien se le premiará con la oficina principal del Pentágono en la Secretaría de Defensa de los Estados Unidos de Norteamérica, lejos de lograr un repliegue parcial de sus tropas desplegadas en Afganistán estaría confinado a esperar la airada respuesta del mundo Saudí que no le perdonará el desplante cometido en contra de personas indefensas: Bin Laden, un hombre de edad avanzada; su hijo, un joven combatiente desarmado; dos escoltas que se encontraban dormidos a la hora de la operación militar y una mujer desprotegida, todos ellos escondidos desde hace unos meses en una mansión de la zona turística de Abbottabad, Pakistán, sin causarle daño a nadie.
Hoy la Izquierda Internacional está de luto por este hecho tan lamentable, por lo que este Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de Las Casas” rinde tributo a este héroe mundial y al mismo tiempo lanza la consigna de hacer justicia para que se enjuicie y se de castigo a todos los criminales que planearon, ejecutaron y participaron de diferentes maneras en este homicidio múltiple de seres inocentes.
En ese contexto condena por aparte merece la agravante de que no contentos con ubicarlo, sitiarlo, causarle daño sicológico –con el uso de helicópteros-, meterse a su vivienda sin autorización expresa, asesinar a su hijo y a tres de sus colaboradores, le dieron muerte, y el tiro de gracia, lo asestaron en la cara del terrorista y no en la parte occipital del cráneo como se estila.
Por último se propone una Acción Urgente a todas las organizaciones a reclamar el cadáver a los EEUU del insurgente Osama Bin Laden porque nada garantiza en las palabras de Barack Obama, el presidente de color estadounidense, que los restos mortales de una de las fuentes de inspiración de quienes luchan por la libertad de los pueblos del mundo sea tratado “de acuerdo con las prácticas y las tradiciones islámicas”.
Por todo lo anterior te exhortamos a mandar tu mensaje de apoyo a todas nuestras acciones de protesta a las siguientes personas y estar atentos a la marcha del silencio que realizaremos en San Cristóbal de Las Casas mañana 3 de mayo para exigir justicia por nuestro compañero caído.
Compañero Bin Laden: que Alá y Dios te tengan en su gloria divina y eterna.